The Not Very Golden Age Of Piracy GRATIS EN ITCH IO

 

Estaba hundido en mis copas cuando comenzó el motín. Aun así, les partí la coronilla a dos con mi alfanje antes de que me la arrancaran, goteando, de las manos y me arrojaran a la bodega. Me habían dejado allí una semana, sin nada más que las ratas para calmar mi soledad y el hambre.

Fue allí, en medio de la rancia sentina, que tuve mi idea: ¡una temible tripulación incapaz de amotinarse, de traicionar, de cualquier cosa más allá de saciar su insaciable sed de sangre! Así que, con la esperanza renovada, hice bien mi escape...

Y ahora, con los gemidos infernales de mis nuevos compañeros llenando las velas, nos embarcamos para encontrar nuestra fortuna, y que el terror inunde a cualquiera que cruce nuestra proa.

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